La nueva consola de Nintendo, la 3DS, cuya máxima singularidad es la oferta de imágenes tridimensionales sin gafas, ha tenido un buen comienzo comercial. Salió al mercado en Japón el sábado y varios medios aseguran que la compañía ha logrado vender 400.000 unidades. Las previsiones de la empresa son de vender 1,5 millones de unidades en Japón hasta el 31 de marzo próximo cuando termina su año fiscal. De confirmarse las cifras de venta del primer día, ya habría alcanzado casi un tercio de su objetivo.
Al mercado europeo llegará el 25 de marzo, dos días antes que a Estados Unidos. La salida al mercado de la consola ya ha traído, también, las primeras demostraciones de que es posible desbloquearla para, de momento, jugar con juegos de las anteriores consolas de Nintendo prescindiendo, lógicamente, del efecto tridimensional. Precisamente esta singularidad es la que presenta mayores incógnitas sobre su aceptación. La propia Nintendo ha advertido que los menores de seis años no deberían jugar con ella ya que no tienen plenamente desarrollado el sentido de la vista y aconseja a los adultos evitar sesiones prolongadas con la consola para permitir descansar la vista. De hecho, el efecto 3D se puede suprimir
Una de las mayores apuestas de Nintendo se llama Street Pass y consiste en la conectividad fácil y rápida con cualquier otro dueño de una 3DS, con el fin de pasarse contenidos o simplemente jugar allí donde estén.Porque, la consola quiere ser algo más que una máquina de jugar. Nintendo apuesta porque sea un aparato que se lleve a todas partes, por ello las dos cámaras de fotos, pero también la conectividad, el acceso a las redes sociales y a los contenidos multimedia, como los acuerdos al que han llegado con EuroSport y el que están apunto de cerrar con la cadena británica Sky para proporcionar deportes en 3D, o con los estudios de animación Aardman, autora de la película La rebelión de la granja y que para Nintendo estrene cortos de la oveja Shaun.