miércoles, mayo 28, 2008

Estas pensando en tu propio cine?

Si tienes un salón grande, o si quieres montarte tu propio cine en casa, olvídate de pantallas LCD o Plasma, lo que necesitas es un proyector. Te contamos qué tipos hay y en qué has de fijarte a la hora de comprar uno.
Durante una época, los proyectores estuvieron de moda. Eran la única opción de tener una imagen de gran tamaño y calidad en el salón de nuestra casa. Entonces llegaron las pantallas planas, Plasma principalmente, capaces de ofrecer tamaños de imagen de 52" con mayor contraste y brillo que un proyector.
Por supuesto, mantuvieron su mercado nicho, las aplicaciones profesionales, dado que el proyector ha sido la única manera de tener pequeñas salas en las que proyectar vídeo de buena calidad a un precio asequible.
Sin embargo, la disminución de precio y tamaño de los proyectores, así como un aumento de su calidad de imagen los ha llevado de nuevo a las casas, presentándose como opción a tener en cuenta a la hora de hacernos nuestro propio "Home Cinema".
Aún así, los proyectores siguen teniendo limitaciones, y ni siempre son la mejor opción, ni todos los modelos sirven para las mismas funciones. A continuación realizamos un rápido repaso de las principales preguntas que debemos hacernos a la hora de comprar un proyector.
¿Proyector o pantalla?
Antes de nada, debemos saber qué comporta tener un proyector. Un proyector no puede sustituir a la televisión de toda la vida si lo que queremos es estar utilizándola constantemente. La gran diferencia es el tiempo de vida de las lámparas.
Los proyectores emiten la imagen gracias a una potente bombilla (lámpara) que tiene un tiempo de vida tan corto como alto es su coste. Pensemos que las lámparas pueden llegar a costar 200 o 300 Euros, y pueden tener tiempos de vida de 2000 horas (y seguramente se fundirán antes), por lo que estamos hablando de que ver una película en nuestro proyector nos está costando 10 céntimos de Euro por hora.
Si vemos normalmente la televisión en nuestro proyector (una media de 3 horas al día), tendremos que gastarnos 200-300 Euros cada año y medio aproximadamente. Un proyector no está pensado para estar encendido mucho tiempo seguido, ni muy a menudo.
Tampoco nos interesa un proyector si no vamos a disponer de una estancia que podamos mantener a oscuras. Los proyectores, por muy luminosos que sean, necesitan un ambiente con poca luz para que podamos apreciar la imagen con calidad. También será necesario disponer de una buena pantalla. Una pared blanca sirve, pero nunca tendrá la calidad de una pantalla antireflectante.
¿Qué tamaño de imagen necesitas?
Dependiendo del tamaño de la estancia en la que queramos proyectar, y dependiendo de la fuente de vídeo que le vayamos a conectar al proyector, nos convendrá una resolución u otra, lo cual repercutirá de manera bastante notable en el precio del mismo.
Aunque podemos encontrar proyectores a partir de resoluciones de 800x600 o 1024x768, éstas están más pensadas para aplicaciones profesionales. Si lo que queremos es tener un proyector para Home Cinema, tendremos que optar por resoluciones de 1280x720 o 1920x1080, siendo más que aconsejable disponer de ésta última si queremos disfrutar de la experiencia "Full HD".
También tendremos que escoger si lo queremos en formato 4:3 o 16:9, aunque siendo para Home Cinema, la respuesta es bastante obvia: formato panorámico siempre.
¿Qué uso le vas a dar?
Dependiendo de si vamos a utilizar una fuente de vídeo para ver películas, para videojuegos, o simplemente para ver los partidos de fútbol en pantalla super-grande, vamos a tener la opción de escoger entre una u otra tecnología de proyectores: LCD o DLP.
Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, y cada una es más apropiada para un tipo concreto de usos. Por ejemplo, los proyectores DLP ofrecen mayor contraste, vídeo más fluido, y más aspecto cinematográfico de la proyección. En su contra, son más complejos, la saturación de colores es peor, y necesitan más lumens que los LCD para compensar la luminosidad ambiente.
Los DLP son preferibles para ver películas de cine con "aspecto cine".
Si lo que preferimos es una imagen más nítida y brillante y un uso más continuado, lo mejor son los LCD. Ofrecen más luminosidad emitiendo menos calor. Aguantan mejor los ciclos de trabajo largos, y en general son preferibles para aplicaciones en las que la fuente de vídeo es un ordenador, una videoconsola, o simplemente queremos tenerlo encendido durante más tiempo.
Aunque anteriormente estos proyectores sufrían de proyectar píxels individuales visibles en la pantalla, la entrada de los modelos de alta definición ha hecho que este problema prácticamente haya desaparecido.
Así, ya dispones de un poco más de información a la hora de escoger tu proyector, si es que es un proyector lo que necesitas realmente.

Via Engadget

Via Xataka